QUARESMA

SEGON   DIUMENGE  DE  QUARESMA:

AVISOS 28 DE FBRER I 1 DE MARÇ

Volem agrair de tot cor la vostra generositat demostrada amb motiu de la campanya de Mans Unides contra la fam en el món. Entre lo recaptat a les Parròquies i centres de culte de la nostra ciutat, més l’aportació feta en el sopar de fam, hem aconseguit 5.331’30 euros. De veritat que estam d’enhorabona per la solidaritat de les nostres comunitats.

Volem recordar-vos que les misses vespertines de les Parròquies dels Dolors i de Crist Rei d’aquest diumenge dia 1 de març, queden suprimides per facilitar la participació a la missa concelebrada de les 19’30 h. a la Parròquia de Sant Pau que presidirà el Bisbe.

Els altres actes que durà el Bisbe Javier durant la seva estada a Manacor, els trobareu en els programes de mà que hi ha sobre les tauletes.

No confundir a nadie con Jesús

Según el evangelista, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, los lleva aparte a una montaña, y allí «se transfigura delante de ellos». Son los tres discípulos que, al parecer, ofrecen mayor resistencia a Jesús cuando les habla de su destino doloroso de crucifixión. Pedro ha intentado incluso quitarle de la cabeza esas ideas absurdas. Los hermanos Santiago y Juan le andan pidiendo los primeros puestos en el reino del Mesías. Ante ellos precisamente se transfigurará Jesús. Lo necesitan más que nadie.

La escena, recreada con diversos recursos simbólicos, es grandiosa. Jesús se les presenta «revestido» de la gloria del mismo Dios. Al mismo tiempo, Elías y Moisés, que según la tradición, han sido arrebatados a la muerte y viven junto a Dios, aparecen conversando con él. Todo invita a intuir la condición divina de Jesús, crucificado por sus adversarios, pero resucitado por Dios.

Pedro reacciona con toda espontaneidad: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No ha entendido nada. Por una parte, pone a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a Elías y Moisés: a cada uno su tienda. Por otra parte, se sigue resistiendo a la dureza del camino de Jesús; lo quiere retener en la gloria del Tabor, lejos de la pasión y la cruz del Calvario.

Dios mismo le va a corregir de manera solemne: «Este es mi Hijo amado». No hay que confundirlo con nadie. «Escuchadle a él», incluso cuando os habla de un camino de cruz, que termina en resurrección.

Solo Jesús irradia luz. Todos los demás, profetas y maestros, teólogos y jerarcas, doctores y predicadores, tenemos el rostro apagado. No hemos de confundir a nadie con Jesús. Solo él es el Hijo amado. Su Palabra es la única que hemos de escuchar. Las demás nos han de llevar a él.

Y hemos de escucharla también hoy, cuando nos habla de «cargar la cruz» de estos tiempos. El éxito nos hace daño a los cristianos. Nos ha llevado incluso a pensar que era posible una Iglesia fiel a Jesús y a su proyecto del reino, sin conflictos, sin rechazo y sin cruz. Hoy se nos ofrecen más posibilidades de vivir como cristianos «crucificados». Nos hará bien. Nos ayudará a recuperar nuestra identidad cristiana.

José Antonio Pagola

2 Cuaresma – B
(Marcos 9,2-10)

01 de marzo 2015

 

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