DIUMENGE DE RAMS

 

Jesús contó con la posibilidad de un final violento. No era un ingenuo. Sabía a qué se exponía si seguía insistiendo en el proyecto del reino de Dios. Era imposible buscar con tanta radicalidad una vida digna para los «pobres» y los «pecadores», sin provocar la reacción de aquellos a los que no interesaba cambio alguno. Ciertamente, Jesús no es un suicida. No busca la crucifixión. Nunca quiso el sufrimiento ni para los demás ni para él. Toda su vida se había dedicado a combatirlo allí donde lo encontraba: en la enfermedad, en las injusticias, en el pecado o en la desesperanza. Por eso no corre ahora tras la muerte, pero tampoco se echa atrás. Seguirá acogiendo a pecadores y excluidos aunque su actuación irrite en el templo. Si terminan condenándolo, morirá también él como un delincuente y excluido, pero su muerte confirmará lo que ha sido su vida entera: confianza total en un Dios que no excluye a nadie de su perdón. Seguirá anunciando el amor de Dios a los últimos, identificándose con los más pobres y despreciados del imperio, por mucho que moleste en los ambientes cercanos al gobernador romano. Si un día lo ejecutan en el suplicio de la cruz, reservado para esclavos, morirá también él como un despreciable esclavo, pero su muerte sellará para siempre su fidelidad al Dios defensor de las víctimas. Lleno del amor de Dios, seguirá ofreciendo «salvación» a quienes sufren el mal y la enfermedad: dará «acogida» a quienes son excluidos por la sociedad y la religión; regalará el «perdón» gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, incapaces de volver a su amistad. Esta actitud salvadora que inspira su vida entera, inspirará también su muerte. Por eso a los cristianos nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia él, escuchamos sus últimas palabras… porque en su crucifixión vemos el servicio último de Jesús al proyecto del Padre, y el gesto supremo de Dios entregando a su Hijo por amor a la humanidad entera. Es indigno convertir la semana santa en folclore o reclamo turístico. Para los seguidores de Jesús celebrar la pasión y muerte del Señor es agradecimiento emocionado, adoración gozosa al amor «increíble» de Dios y llamada a vivir como Jesús solidarizándonos con los crucificados.

 

 

 

 

 

Domingo de Ramos – B

(Marcos 14,1-15,47) 29 de marzo 2015

José Antonio Pagola

 

 

 

 

 

AVISOS 28- 29 DE MARÇ.

 

A la col·lecta feta amb motiu del dia del seminari, el total recaptat a les nostres Parròquies ha estat de 2.415’57. Moltes gràcies, una vegada més, per la vostra sensibilitat i generositat.

Vos recordam que aquest Diumenge del Ram se suprimeixen les misses vespertines excepte la de les Benedictines que ja serà a les 6 (degut al canvi d’hora) i que a les 7 a la Parròquia dels Dolors hi haurà l’exercici dels Dotze Sermons.

Aquest diumenge és el darrer dia per apuntar-vos per anar a la Missa Crismal tots els qui ho desitgeu.

Com cada any, si teniu flors per poder aportar a la Casa Santa les podeu dur a primera hora del matí del dijous.

La col·lecta del Dijous Sant serà per Càritas Interparroquial de Manacor.

Vos recordam que el Divendres sant de matí a les 10 a la Parròquia de Crist rei resarem l’ofici de matines i Laudes. Hi estau convidats a participar-hi.

Vos convidam a agafar el nou Full Lluerna on hi trobareu molta informació sobre la visita pastoral del Sr. Bisbe.

 

Esta entrada fue publicada en catequesis adolescents i joves, Comunicacions Generals. Guarda el enlace permanente.